Principio de operación de los sistemas catalíticos de alta presión
El gas de escape a alta presión, que contiene acetato de metilo, bromuro de metilo y monóxido de carbono, puede purificarse directamente sin expansión previa e introducirse en el sistema catalítico de alta presión.
El gas de escape se calienta primero mediante un intercambiador de calor alimentado por vapor o aire precalentado. Para mejorar la eficiencia energética del sistema, la temperatura del gas de escape se aumenta mediante un intercambiador de calor aire-aire que se calienta con aire puro hasta que el gas alcanza la temperatura de funcionamiento del catalizador.
Una vez convertidos los contaminantes orgánicos en el catalizador, el gas de escape purificado se enfría y el calor se recupera en el intercambiador de calor aire-aire. El gas de escape enfriado y purificado, que todavía está bajo presión, se devuelve al sistema de producción. La energía del gas puede recuperarse mediante un expansor posterior.